Rutina?

                                                                              

(...) Y desde esta nueva casa es desde donde estoy escribiendo todo esto. Aquí donde de nuevo en cada esquina encuentras gente que no tiene ni idea de lo que significa tranquilidad. Donde es imposible no invertir al menos quince minutos en llegar a tu lugar de destino, donde coger un coche un día de diario es de locos, donde la gente camina de forma autómata y donde cada hora está programada minuto a minuto. No existen las sorpresas ni las improvisaciones… todo tiene una lógica y un razonamiento previo.

Aquí es donde si cuentas que has hablado con peces o convencido a un gato de que debía marchase al otro lado del bosque, eres un loco y pasarás el resto de tu vida encerrado en un lugar donde al fin y al cabo tienes comida y relativa tranquilidad.

Aún así yo prefiero seguir convencido de que si ya no llego tarde al trabajo es porque cojo un tren que pasa por el mismo pasillo de mi casa y sobre todo…que no hay nadie mejor con quien hablar que con los diminutos seres de cuarenta centímetros que cada día también cogen allí (aquí) el tren.

Ellos y yo sabemos que nadie puede saber nuestro secreto, pero estamos convencidos de que los dos somos reales.